Algunos ya sabréis que realizo el doctorado en Psicología. Pues bien, una de las asignaturas que elegí es la de Psicosociología del Conocimiento. La verdad si uno mira los textos es algo más bien denso. Sin embargo, las clases han discurrido de una forma amena. Se han entablado diálogos en los que hemos construido la materia de estudio y la hemos aplicado a nuestros casos particulares. Tengo que dar las gracias por ello al profesor Eduardo Crespo de la Universidad Complutense de Madrid por ello.
El caso es que en lo personal hay un tema que realmente me ha calado y no me resisto a compartir contigo. Es el tema de la construcción de uno mismo.
Hay quien opina que somos como somos. Venimos en un paquete genético y eso no tiene vuelta de hoja. Otros opinan que es el ambiente y sus influencias los que nos hacen ser de determinada forma. Así que según el ambiente que te toca serás de una forma u otra.
Hay una tercera postura que dice que mitad y mitad. Traemos algunas cosas de serie y el ambiente nos retoca y nos da una serie de características especificas
Todo eso esta de fábula, pero a mi me es insuficiente. Es tremendamente mecanicista y la verdad, me pregunto en que medida casa con los ejemplos que yo vivo cada día.
Yo tome la decisión de construirme a mí mismo. Si hubiese dejado a mi equipamiento de serie actuar por sí solo, o hubiese permitido que el ambiente en el que he crecido determinase mis posibilidades es más que probable que hoy no estuviese escribiendo estas líneas y tú y yo no estuviésemos dialogando.
Mis decisiones han cambiado esos rumbos de la genética y del puro ambiente y me han dado el timón de mi vida. Una vida que yo sólo puedo vivir y que me niego a que me dirijan los demás.
Gracias a Dios no soy una excepción aislada y hay otras personas que han decidido tomar las riendas de su propia construcción y lo hacen paso a paso, ladrillo a ladrillo. Hoy quiero presentarte a José Quiles e invitarte a su blog. Te invito a que dialogues con él y aprendas de su experiencia como hago yo y compartas la tuya con él,como también hago yo.
Es probable que encontréis puntos en común y que en el diálogo que se establezca ambos encontréis nuevos ladrillos para construiros a vosotros mismos.
No dejes de contarme como avanzas en tu camino. Puedo asegurarte que caminar acompañado es mucho mejor. Y si me lo permites, yo estaré ahí a tu lado, para que nunca más estés solo.
El caso es que en lo personal hay un tema que realmente me ha calado y no me resisto a compartir contigo. Es el tema de la construcción de uno mismo.
Hay quien opina que somos como somos. Venimos en un paquete genético y eso no tiene vuelta de hoja. Otros opinan que es el ambiente y sus influencias los que nos hacen ser de determinada forma. Así que según el ambiente que te toca serás de una forma u otra.
Hay una tercera postura que dice que mitad y mitad. Traemos algunas cosas de serie y el ambiente nos retoca y nos da una serie de características especificas
Todo eso esta de fábula, pero a mi me es insuficiente. Es tremendamente mecanicista y la verdad, me pregunto en que medida casa con los ejemplos que yo vivo cada día.
Yo tome la decisión de construirme a mí mismo. Si hubiese dejado a mi equipamiento de serie actuar por sí solo, o hubiese permitido que el ambiente en el que he crecido determinase mis posibilidades es más que probable que hoy no estuviese escribiendo estas líneas y tú y yo no estuviésemos dialogando.
Mis decisiones han cambiado esos rumbos de la genética y del puro ambiente y me han dado el timón de mi vida. Una vida que yo sólo puedo vivir y que me niego a que me dirijan los demás.
Gracias a Dios no soy una excepción aislada y hay otras personas que han decidido tomar las riendas de su propia construcción y lo hacen paso a paso, ladrillo a ladrillo. Hoy quiero presentarte a José Quiles e invitarte a su blog. Te invito a que dialogues con él y aprendas de su experiencia como hago yo y compartas la tuya con él,como también hago yo.
Es probable que encontréis puntos en común y que en el diálogo que se establezca ambos encontréis nuevos ladrillos para construiros a vosotros mismos.
No dejes de contarme como avanzas en tu camino. Puedo asegurarte que caminar acompañado es mucho mejor. Y si me lo permites, yo estaré ahí a tu lado, para que nunca más estés solo.
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